Cuando hablamos de historia de nuestro pueblo de Bejuma siempre pensamos en aquellos años lejanos de su fundación o de los años 40 y 50, pero que pasa con la historia mas reciente de nuestro pueblo, o es que ya no recordamos cuando paseábamos en bicicleta. Si, en aquellas bicicletas cacho ‘e vaca y asiento de banana, en las cuales recorríamos Carrizales el Rincón, Alto de Reyes Aguirre. Y cuando nos aventurábamos, siempre por atajos para evitar la autopista, hasta llegar al Hotel Campecico en Sabaneta, a bañarnos en la piscina, yo recuerdo que Bejuma era tan tranquila que apostábamos carreras en la Avenida Bolívar pero en sentido contrario o comiendo flecha, desde el Supermercado Canarias hasta el MOP y que decir de aquellos helados tan buenos de Mi Crema en la Avenida Bolívar, al estilo de las heladerías de las películas con espejos en el techo y asientos donde nos sentábamos dos y dos y un letrero luminoso en el exterior M-I – C-R-E-M-A con lucecitas que iban al ritmo de la música. También eran buenísimos los lunes de “Cuanto Vale er Shou” en el teatro Palermo donde el animador era el propio dueño del teatro, Claro éramos jóvenes con 15 años y Venezuela era otra la de los 80 la del dólar a 4,30 , pero la pasábamos muy bien a pesar de que no teníamos celulares ni nitendos ni computadoras ni play estation y mucho menos Internet, si queríamos llamar por teléfono y no teníamos en casa, como la gran mayoría, había que hacer colita para llamar en la CANTV de la avenida fundadores, en la de Banco Obrero o al lado del Canarias. Eran otros tiempos no tan lejanos pero si han pasado unos cuantos añitos.
Nota: si quieren colaborar con esta columna escríbanme a mi correo contándome anécdotas de los años 80 en Bejuma y así las compartiremos con todos los lectores y como dice el dicho “Recordar es Vivir”.
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